El modelo ECMWF utiliza una amplia gama de variables atmosféricas, oceánicas y terrestres para realizar sus pronósticos. Algunas de las variables más importantes incluyen:
- Temperatura: Tanto en la superficie terrestre como en diferentes niveles de la atmósfera.
- Presión atmosférica: Tanto a nivel del mar como en diferentes altitudes.
- Humedad relativa: La cantidad de vapor de agua presente en el aire en relación con la cantidad máxima que el aire puede contener.
- Velocidad y dirección del viento: Tanto en la superficie como en diferentes niveles de la atmósfera.
- Precipitación: La cantidad de lluvia, nieve u otras formas de precipitación esperadas en un área durante un período de tiempo específico.
- Nubes: Tipo, altura y cobertura de las nubes en la atmósfera.
- Radiación solar: La cantidad de energía solar que llega a la superficie terrestre.
- Condiciones del mar: Como la temperatura superficial del mar y la altura de las olas, en caso de predicciones que incluyan condiciones oceánicas.
Estas variables, junto con muchas otras, se utilizan en combinación con ecuaciones matemáticas complejas que modelan la dinámica de la atmósfera y el océano para producir pronósticos meteorológicos precisos. El modelo se llama EMCWF. La información se extrae del programa Windy.com.